25 de febrero de 2016

Donald Trump: asunto de orden mundial

Me resistía a escribir sobre el precandidato republicano a la Presidencia de Estados Unidos y fenómeno político Donald J. Trump, porque es lo más atractivo, como latino que es uno, despotricar contra sus propuestas y expresiones.




Sin embargo, esta mañana reflexioné sobre un escenario posible que podría frenar su ahora concreta posibilidad de convertirse en candidato republicano y –Dios no lo quiera- en el presidente número 45 de Estados Unidos.

He escuchado voces que aseguran que “no lo van a dejar llegar”, sin decir cuáles son esas fuerzas que lo detendrían. Lo simple de la aseveración y su formulación no fueron impedimento para que quedara la idea flotando en mi pensamiento.

Se han pronunciado en contra de Trump cientos de organizaciones, empresas, el Presidente Obama, el Papa Francisco (sin nombrarlo), periodistas, países, mandatarios y miles y miles de ciudadanos de todo el mundo. Pero también se han pronunciado a su favor, y lo que es peor, votado por él en los caucuses, también miles.

Pero quienes realmente podrían lograr algo con condenar y tomar acción en contra de las políticas anunciadas por el magnate-payaso-político, son organizaciones internacionales de peso.

La Organización de las Naciones Unidas, la Organización de Estados Americanos, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, en voz de sus dirigentes, solo han emitido comentarios condenatorios, pero algo formal no.

Podrá no ser su facultad, pero los pensamientos de este señor representan un riesgo que podría concretarse desde el puesto más poderoso del mundo. Y eso requiere acciones.
Son varios países los que se han manifestado en contra de Donald, pero individualmente no tienen el peso que unidos en una organización podrían acumular. ¿Y luego?

Me inquieta de verdad el rumbo que podría tomar Estados Unidos si el empresario llegara a la Oficina Oval y la relación con los países, sobre todo con México.

Donald Trump refiere a que su país solía ser grande, supremo e invencible, y que quiere que vuelva a ser así. Supongo que no sería muy distinto su ejercicio de poder a lo propuesto en campaña. Pero vale recordar que con ese amor propio y orgullo iniciaron la guerra en Vietnam.

CODA

Noam Chomsky, pensador de la actualidad y referencia en el mundo de las ciencias políticas, fue entrevistado sobre el fenómeno Trump y su avance en la carrera presidencial estadounidense. Ante la pregunta del por qué de este comportamiento del electorado norteamericano, su respuesta fue contundente:
El miedo, junto con la ruptura de la sociedad durante el periodo neoliberal. La gente se siente aislada, impotente, víctima de fuerzas poderosas que no entienden y no pueden influir . Es interesante comparar la situación en los años 30 , que soy lo suficientemente viejo para recordar . Objetivamente, la pobreza y el sufrimiento eran mucho mayores. Pero incluso entre los trabajadores pobres y los desempleados, había una sensación de esperanza que le falta ahora, en gran parte debido al crecimiento de un movimiento obrero combativo y también la existencia de organizaciones políticas fuera de la corriente principal.

El artículo completo lo encuentran aquí.

19 de febrero de 2016

Medios, gobierno y un elefante en la sala

En la política y los medios existe un debate que no se toca. Es un elefante en la sala que pocos dentro de la dinámica se atreven a señalar y que prefieren vivir con él.

Hace un par de días, tuve la oportunidad de asistir a la presentación del libro “La Comunicación Presidencial en México, 1988 – 2012”, escrito por el Dr. Rubén Aguilar y la Dra. Yolanda Meyenberg, especialistas en comunicación política con años de experiencia. En el libro detallan las formas de difusión adoptadas por cuatro ex Presidentes de la República y sus equipos de comunicación. Tuve el privilegio de leerlo. Lleno de anécdotas, muy útil para quien se dedica a la materia.
Rubén Aguilar y Yolanda Meyenberg
En el evento, llevado a cabo en el Senado de la República a iniciativa del Senador Ernesto Ruffo Appel, quien pasó a la historia al convertirse en el primer Gobernador de oposición en México (BC, 1989), se abordó el tema de la publicidad oficial y de cómo el hecho de que algunos medios de comunicación dependen enteramente de los convenios con las autoridades puede representar un obstáculo para la democracia.

No es extraño que en el relevo de una administración (sobre todo cuando además hay cambio de colores), medios de comunicación que en general estuvieron entregados al saliente -con su correspondiente convenio- ante el cambio de generales, dejen de percibir ingresos de esa fuente. Y al depender prácticamente en la totalidad de ese convenio, los problemas llegan. Medios que restringen su tiraje, diezman su plantilla laboral, limitan sus operaciones, cambian su plataforma (por ejemplo de impreso a solo internet). En el peor de los casos, los hay que llegan a cerrar totalmente.
Periodistas de Veracruz, en huelga de
hambre para exigir el pago de sus convenios
De acuerdo con Rubén Aguilar, en democracias más avanzadas, la publicidad oficial no existe más allá de la compra de espacios para alguna campaña estrictamente de beneficio para los ciudadanos, nunca para que la propaganda de Gobierno sea un estilo de vida para los medios.

El debate se centró en la necesidad de regular la publicidad oficial, pues las cantidades destinadas a ese rubro en todos los niveles de Gobierno son impresionantes. Surgió la idea de restringirla totalmente, cosa que veo casi imposible, porque ¿quién se atrevería?

De acuerdo a datos de Article 19 y Fundar, tan solo en 2012, las administraciones de los 32 estados de la República Mexicana destinaron 5 mil 376 millones 5 06 mil pesos a publicidad. Y más impactante es saber que en solo siete años, de 2005 a 2012, el monto se incrementó en un 85 por ciento.  

A esa cantidad de un solo año, habrá que agregarle la del Gobierno Federal y cientos de administraciones municipales que también tienen presupuestado recursos para difusión. Además, la dependencia de los medios de la publicidad oficial podría ser inhibidor de la libertad de expresión, elemento fundamental en una democracia.

El tema es álgido, por lo que la participación de ustedes, quienes leen esto, enriquecerá el debate. Debajo de estas líneas podrán expresar su opinión al respecto.  




17 de febrero de 2016

Medios, política y un caballo desbocado

Previo a la llegada del Papa Francisco a México, un suceso convulsionó al sistema político mexicano. Un motín en el penal de Topo Chico, en Nuevo León, dejó un saldo de 49 presos fallecidos, 12 heridos y un Gobernador muy golpeado.

Jaime Rodríguez Calderón, el Bronco

Pero no es cualquier Gobernador, es el primero con la etiqueta de independiente, que llega sin partido a una gubernatura, y precisamente en uno de los estados más importantes del país, al menos en el aspecto económico industria: Jaime Rodríguez Calderón, el Bronco.

Sin minimizar el evento, que es terrible, destacable el hecho de que la clase política tradicional mexicana y los medios de comunicación se cobraron en un solo día todas las afrentas que el mandatario ha hecho desde hace cuando menos un año al sistema partidista y mediático del país.

El discurso del Bronco ha sido, desde su etapa como “sonante”, como candidato y ya como mandatario, prácticamente el mismo. Ha marcado su diferencia con los políticos tradicionales, con un tono más informal (con malas palabras, incluso) y repitiendo hasta el cansancio que las prácticas que los gobernantes anteriores realizaban sistemáticamente en Nuevo León están fuera del quehacer diario del Gobierno estatal. Sus dichos, aderezados con una atractiva crítica a los partidos políticos.

Mención aparte merecen los reiterados señalamientos que hace a los medios de comunicación en tono jocoso e irónico, en el sentido de que su Gobierno no destinará ningún presupuesto a la radio, la televisión, periódicos y demás medios, como hacen los políticos tradicionales. Legitima su postura con el argumento de que su antecesor, el priista Rodrigo Medina, gastó fortísimas cantidades de dinero público en su imagen. Obviamente, los ciudadanos inconformes con el statu quo en México han celebrado sus posturas, que llegan a miles y miles de muros y timelines, convirtiéndolo en una celebridad del internet.

Por ello, el jueves  11 de febrero, el día de los hechos, los partidos políticos y medios de comunicación vieron la oportunidad perfecta para su vendetta. Las críticas a Rodríguez Calderón fueron casi coordinadas.

Legisladores y líderes políticos reclamaron la desinformación que provocó su ausencia. Pero fueron más allá. Criticaron al primer Gobernador sin partido de estar ausente de su estado, de estar más enfocado en las elecciones venideras en otros estados en que existe un candidato independiente, a quienes ha acompañado y apoyado públicamente, típica práctica de antaño, pero en los partidos que hoy critica.

Si algo debemos reconocer al mandatario nuevoleonés, es la capacidad de unir a PRI, PAN y PRD… en su contra.

Por su parte, los medios recriminaron la inacción del Bronco ante el problema, pues señalaron que no fue sino hasta nueve horas después que se brindó información oficial sobre el suceso. E incluso en la rueda de prensa que encabezó pasado todo ese tiempo, el Gobernador neoleonés aprovechó para pegarle una raspadita a los medios, al pedirles a los reporteros presentes que dieran información precisa, lo que en su idea representaba –supongo- informar solo sobre el motín, el saldo fatal (52, inicialmente) el total de heridos y que ya se trabajaba en el control del penal.  

No fue así. Por fuera de la cárcel, los familiares de los reos se agolpaban para intentar saber si su pariente encarcelado era o no de los que habían perdido la vida, pues no fue hasta sino muchas horas después cuando empezaron a surgir los nombres de los fallecidos, pero en bloques. La gente protestando fuera de la penitenciaría, los conatos de trifulca con la policía, los llantos desesperados de la madre de un recluso, los gritos desde fuera para esperar la respuesta del hijo preso, los lamentos y la indignación, fueron material idóneo para los reporteros, quienes capturaron la escena y la llevaron hasta sus salas de edición.  

Familiares de los presos en el penal de Topo Chico, buscando entrar al reclusorio


La muestra más clara fue la cobertura que el periodista regiomontano Gregorio”Goyo” Martínez dio al suceso, en el noticiero nacional de Televisa la misma noche del jueves 11. Entre el catálogo de conceptos externados por el conductor estuvieron “impericia”, “desorden”, “reacción tardía y errática”. La voz fuerte, la mirada fija. Como si lo gozara.

Goyo Martínez, quien regularmente conduce las noticias en Televisa Monterrey, suplía esa noche a Joaquín López Dóriga en la titularidad del noticiero nocturno, el más importante de México. Televisa ha sido uno de los blancos del Bronco, por lo que se entiende el mensaje.



El independiente no soportó las críticas y esa misma noche publicó un video en Facebook, su medio preferido, para defenderse del periodista, con los mismos elementos de siempre: “este reportero ha vivido del erario público”, “este Gobierno no les va a pagar un solo peso”, “nunca lo escuché hablar así en el anterior Gobierno”, con el agregado de que le dijo amargado y aseguró que Televisa quiere desestabilizar a su administración.



Por su parte, Martínez le respondió en OTRO video, en el que desmiente sus dichos y lo acusa de desatender la crisis de Topo Chico, el estado en general y hasta lo tacha de chavista.



En resumidas cuentas, durante un día y medio, el Bronco se convirtió en el punching bag favorito, quien además de lo duro, también sufrió lo tupido de los ataques. Para su suerte, y como era de esperarse, la visita del Papa Francisco atrajo prácticamente toda la atención mediática.

Pero hoy, el Papa ya no está, ya levantó el polvo que tenía que levantar. Y la tormenta neoleonesa vuelve mañana, con ánimos recargados. 

15 de febrero de 2016

El Papa Francisco y su discurso añorado

Estamos sumidos en la enorme cobertura mediática de la visita del Papa Francisco a México, la primera que realiza el tan querido Jorge Mario Bergoglio a nuestro país. Su presencia en portadas de periódicos, planas completas, horas y horas de tiempo televisión y radio no son cosa menor, ni son injustificadas.

Foto: Presidencia de la República

Desde su llegada a la máxima silla del catolicismo, hace poco menos de tres años, se ha caracterizado por su gentiliza fuera de norma, su arrojo para enfrentar muchos de los problemas añejos de la Iglesia y su valentía para señalar los conflictos que enfrentan los países de todo el mundo.

México, obviamente, no ha sido la excepción. En nuestra nación se vive una permanente crisis multifactorial: económica, de seguridad, de impunidad, de corrupción, de derechos humanos y –sobretodo- de credibilidad en las instituciones.

Por ello, la visita del Papa, además de la fe y esperanza que despierta, produjo una generosa expectativa sobre si abordaría los problemas de nuestra nación y el tono en que lo haría.  Por ello, el “regaño” que hizo a la clase política en Palacio Nacional fue festinado por muchos, retuiteado por miles, compartido por aún más:

“…Cada vez que buscamos el camino del privilegio o beneficio de unos pocos en detrimento del bien de todos, tarde o temprano, la vida en sociedad se vuelve un terreno fértil para la corrupción, el narcotráfico, la exclusión de las culturas diferentes, la violencia e incluso el tráfico de personas, el secuestro y la muerte, causando sufrimiento y frenando el desarrollo”

A su lado, el Presidente Enrique Peña Nieto. Frente a él, cientos de funcionarios, líderes políticos, legisladores y miembros de la clase política en general. Todos, receptores de las duras palabras, quienes a pesar de todo aplaudieron sus dichos.

Foto: Presidencia de la República

Lo pronunciado por el líder de la Iglesia coincide al menos en concepto con las inquietudes de una amplia parte de la población, la que no está contenta, la que no coincide con el Gobierno, los que recriminan al Presidente, el Jefe de Gobierno, el Gobernador, el Alcalde, todos y cada uno de sus problemas.

Momentáneamente, otros temas de importancia –y vaya que los hay- reciben en el imaginario mediático el reducido espacio que queda después de cubrir las actividades del Papa como lo amerita. El jueves, una vez que el Papa Francisco haya dejado el país, volverán la agenda propia, los ataques, las acusaciones y el día a día de la política en México. Y un tema en específico, con más ganas.

CODA

La escena, en un mercado popular de la Ciudad de México. Un humilde vendedor se queja en lenguaje florido con un tendero sobre Ayotzinapa, de la inmisericordia del Ejército, de la corrupción, de “los pinchis rateros del gobierno”, de los baches, de la contaminación, del narcotráfico; en fin, de casi todo el catálogo de problemas que enfrenta México. Interrumpe su monólogo solo para descansar la enorme bolsa llena de películas y discos piratas que ofrece a la venta.





Discurso completo del Papa Francisco en Palacio Nacional del 13 de febrero de 2016: http://eluni.mx/1QidY77