Me resistía a escribir sobre el precandidato republicano a
la Presidencia de Estados Unidos y fenómeno político Donald J. Trump, porque es
lo más atractivo, como latino que es uno, despotricar contra sus propuestas y
expresiones.
Sin embargo, esta mañana reflexioné sobre un escenario
posible que podría frenar su ahora concreta posibilidad de convertirse en
candidato republicano y –Dios no lo quiera- en el presidente número 45 de
Estados Unidos.
He escuchado voces que aseguran que “no lo van a dejar
llegar”, sin decir cuáles son esas fuerzas que lo detendrían. Lo simple de la
aseveración y su formulación no fueron impedimento para que quedara la idea
flotando en mi pensamiento.
Se han pronunciado en contra de Trump cientos de
organizaciones, empresas, el Presidente Obama, el Papa Francisco (sin nombrarlo),
periodistas, países, mandatarios y miles y miles de ciudadanos de todo el mundo.
Pero también se han pronunciado a su favor, y lo que es peor, votado por él en
los caucuses, también miles.
Pero quienes realmente podrían lograr algo con condenar y
tomar acción en contra de las políticas anunciadas por el magnate-payaso-político,
son organizaciones internacionales de peso.
La Organización de las Naciones Unidas, la Organización de
Estados Americanos, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económicos, en voz de sus dirigentes, solo han emitido comentarios condenatorios,
pero algo formal no.
Podrá no ser su facultad, pero los pensamientos de este
señor representan un riesgo que podría concretarse desde el puesto más poderoso
del mundo. Y eso requiere acciones.
Son varios países los que se han manifestado en contra de Donald,
pero individualmente no tienen el peso que unidos en una organización podrían acumular.
¿Y luego?
Me inquieta de verdad el rumbo que podría tomar Estados
Unidos si el empresario llegara a la Oficina Oval y la relación con los países,
sobre todo con México.
Donald Trump refiere a que su país solía ser grande, supremo e
invencible, y que quiere que vuelva a ser así. Supongo que no sería muy distinto su ejercicio de poder a lo
propuesto en campaña. Pero vale recordar que con ese amor propio y orgullo
iniciaron la guerra en Vietnam.
CODA
Noam Chomsky, pensador de la actualidad y referencia en el
mundo de las ciencias políticas, fue entrevistado sobre el fenómeno Trump y su
avance en la carrera presidencial estadounidense. Ante la pregunta del por qué
de este comportamiento del electorado norteamericano, su respuesta fue
contundente:
El miedo, junto con la ruptura de la sociedad durante el periodo neoliberal. La gente se siente aislada, impotente, víctima de fuerzas poderosas que no entienden y no pueden influir . Es interesante comparar la situación en los años 30 , que soy lo suficientemente viejo para recordar . Objetivamente, la pobreza y el sufrimiento eran mucho mayores. Pero incluso entre los trabajadores pobres y los desempleados, había una sensación de esperanza que le falta ahora, en gran parte debido al crecimiento de un movimiento obrero combativo y también la existencia de organizaciones políticas fuera de la corriente principal.
El artículo completo lo encuentran aquí.